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9 de mayo de 2009

La otra cara de las aplicaciones de la App Store

Todos hemos leído historias de gente que ha conseguido hacerse con grandes sumas de dinero de forma relativamente sencilla con la App Store. Es indudable que Apple ha dado un gran paso adelante al dar a desarrolladores amateur una plataforma para que vendan sus creaciones. Sin embargo, detrás de ese aspecto tan positivo, se pueden dar algunos comportamientos reprobables de terceros.

En los últimos días ha sugido una polémica con la web AppCraver, dedicada a las aplicaciones para iPhone y iPod Touch. Dan Boutros, desarrollador de un juego llamado Trixel, contactó con ellos para que analizasen su aplicación, y recibió la siguiente respuesta:

Gracias por enviarnos la información sobre tu nueva aplicación. Por favor, ten en cuenta que dado el alto número de peticiones de análisis que recibimos a diario, podríamos tardar bastante en llegar a tu aplicación.

Tenemos otras opciones adicionales para conseguir que tu aplicación sea vista por los lectores de AppCraver.

Con un pago de 50 dólares podemos ofrecer análisis agilizados. Esto hará que tu aplicación sea analizada por nuestro equipo en un plazo de menos de 6 días laborables. Sin embargo, aunque tu aplicación sea revisada, eso no te asegura que sea publicada.

Aunque hacer el pago de agilización no te garantiza un análisis positivo, sí te aseguramos que si nuestros analistas no aprueban tu aplicación, te devolveremos tu pago y no seguiremos adelante con el artículo. Después de todo, a nuestros lectores no les interesan los análisis negativos, sino que esperan que nosotros destaquemos las mejores y más interesantes aplicaciones que hay.

El hecho de pagar por un tratamiento especial ya resulta sospechoso y la devolución del dinero en el caso de que la aplicación no pase el corte me parece especialmente peligrosa. Seguro que a todos se nos ha ocurrido al leerlo que es demasiado tentador valorar la mayoría de aplicaciones de forma positiva. Una de las analistas ha asegurado que ella no sabe quién ha pagado y quién no cuando le piden que haga una reseña, pero quizá otros analistas sí lo sepan.

En resumen, no se trata de un sistema negativo o corrupto per se, pero sí se trata de una forma de actuar que puede dar lugar a sospechas y suspicacias y que posiblemente debería evitarse. Sobre todo si los lectores de la web no saben qué autores han pagado y qué autores no.

Via: celularis

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