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13 de enero de 2010

Parrot AR.Drone, cuando un juego del iPhone se convierte en realidad

Si habéis oído hablar de Parrot probablemente asociéis la marca a los manos libres Bluetooth o, quizas, a los marcos de fotos digitales, pero lo que seguro que no podíais imaginar era lo que acaban de presentar en el CES, la Feria Internacional de la Electrónica de Consumo que tuvo lugar la pasada semana en Las Vegas. El Parrot AR.Drone es ni más ni menos que un helicóptero de cuatro hélices que se controla desde el iPhone.

Este juguete (aunque a falta de conocer el precio es aventurado llamarlo así) se controla a través de una aplicación para iPhone e iPod touch que combina el acelerómetro y la interfaz multi-táctil para dirigirlo a nuestro antojo hasta donde alcance la conexión Wi-Fi del teléfono (imagino que en torno a los cien metros en campo abierto, pero sin datos oficiales). Hasta aquí ya parece divertido pero atentos por que hay más, mucho más…

El AR.Drone dispone de una cámara frontal que transmite al teléfono las imágenes que capta en tiempo real a 15 fps, por lo que ni tan siquiera tenemos que mantener el contacto visual con el helicóptero; podemos controlarlo observando el terreno desde el punto de vista que tendría el piloto. Además, Parrot se suma al carro de la realidad aumentada ofreciéndonos una serie de juegos en los que realidad y ficción se entremezclan. Imaginad el clásico “marcianitos” solo que controlando el AR.Drone para acabar con ellos antes de que se hagan con el control del salón de vuestra casa.

Una segunda cámara, en la parte inferior del aparato, junto a una unidad de medición inercial

permiten calcular la velocidad relativa del AR.Drone y estabilizar su vuelo, por ejemplo, compensando las turbulencias del viento cuando lo sacamos al exterior. Según Parrot, esta tecnología se utiliza normalmente en aplicaciones profesionales y militares, pero ellos la han adaptado por primera vez al mundo del entretenimiento.

Fabricado en fibra de carbono y plástico de alta resistencia, el cuadricóptero de Parrot cuenta con dos fuselajes intercambiables, uno para el vuelo en espacios interiores (en el que queda más protegido en caso de que colisione con un obstáculo) y otro para exteriores (que reduce su superficie ofreciendo menos resistencia al viento). Es capaz de alcanzar los 18 Km/h y su batería de ion-litio le proporciona 15 minutos de autonomía, algo corta teniendo en cuenta la de cosas malas que se me ocurren hacer con uno de estos.

Y lo mejor para el final: el piloto automático. El AR.Drone es capaz de aterrizar solo y cuando quitamos nuestros dedos de la pantalla del iPhone se estabiliza automáticamente permaneciendo en vuelo estacionario a una altura de un metro. Por supuesto, si se pierde la conexión Wi-Fi, el piloto automático también se hace cargo estabilizándolo antes de posar el aparato suavemente sobre el suelo. ¡Si hasta tiene sensor por ultrasonidos!

En definitiva, lo único que le falta a este invento que se ha sacado de la manga Parrot es un modo de visión nocturna y un par de lanza misiles (aunque sean de goma). Lástima que aún desconozcamos fechas ni precios pero os lo digo desde ya, yo quiero uno.

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