En los últimos tiempos los teléfonos móviles han sido uno de los aparatos con mayor evolución tecnológica, pasando de ser un simple teléfono a un dispositivo multipropósito en el que las llamadas son una función más.
Cuando las mejoras recaen en avances médicos como el que podemos leer en New York Times, creo que merecen un espacio importante en nuestro blog, concretamente la noticia trata como un grupo de investigadores han convertido el teléfono móvil en un microscopio, aprovechando las ventajas de conectividad del primero.
Ya sabemos con un microscopio es una herramienta muy valiosa para identificar enfermedades, pero también es un elemento costoso y difícil de llevar encima, por esto un grupo de investigadores de la Universidad de U.C.L.A, capitaneado por el Doctor Aydogan Ozcan, ha buscado la forma de acoplar un microscopio a la cámara del teléfono móvil.
El añadido que podemos ver en las imágenes, no cuesta más de diez dólares, y valiéndose de la conectividad del teléfono, permite enviar directamente al Hospital o Laboratorio las muestras necesarias para un primer diagnóstico. Lo realmente interesante es que permite a los profesionales llegar a lugares remotos que no poseen servicios sanitarios.
No se especifican las características mínimas que debe tener la cámara del teléfono, pero si comentan que se está desarrollando una versión que trae su propia cámara, requiriendo del teléfono sólo las posibilidades de conectividad.
Está claro que su uso es limitado al no tener las mismas capacidades que un microscopio convencional, os informo que de él se han eliminado gran parte de las lentes que permiten realizar la magnificación, para ello se ha recurrido a métodos electrónicos, y al propio software de la cámara.