Hace unos días, recurrió a mi un buen amigo pidiéndome consejo, quería saber qué móvil elegir entre un Samsung Galaxy SII o un HTC Sensation, que eran los que la operadora le ofrecía a coste cero si se pasaba a una tarifa (muy superior a sus necesidades, por otro lado). Mi respuesta fue: un Lumia 710. Desconcertado, me repitió la pregunta, a lo que le argumenté mi respuesta con mis razones para elegir un Windows Phone antes que cualquier Android.
Metro
La primera razón resulta obvia, siendo la primera cosa que nos encontramos al encender la pantalla de un Windows Phone y la que más facilita el uso de un dispositivo a diario. ¿Por qué me gusta Metro? Porque es una forma de mostrar contenido natural, con la que ya estamos acostumbrados y crecemos basada en la de los servicios públicos, estaciones y aeropuertos.
Diseño
Content before chrome, contenido antes que adornos. Tres palabras que, sin duda, definen a grandes rasgos la filosofía que Microsoft quiso implantar en Metro y donde marcó el hito diferenciador con Android e iOS. Antes de Metro, el contenido se englobaba dentro de un marco, un adorno que no aportaba nada al usuario, pero que era necesario para que el dispositivo pudiese interactuar con él. Como respuesta innovadora Microsoft propuso hacer que sea el mismo contenido la forma de interactuar con el usuario, dándole más importancia en espacio de pantalla y atención; total, los controles para navegación están presentes físicamente en todo Windows Phone.
Experiencia de usuario
Metro no es sólo un lenguaje de desarrollo, es una filosofía para mostrar contenido. Metro no es sólo una filosofía, es “ser digital”, mostrar empeño en el diseño, hacer que el usuario sepa manejar un dispositivo antes de haberlo tenido en sus manos. Y esto es justo lo que pasa con un Windows Phone, ya sabes manejarlo. Al contrario que en Android e igual que en iOS, en Windows Phone existen unas directrices claras desde el principio sobre cómo deben ser las interfaces de usuario, lo que elimina la fragmentación de interfaces, el mayor problema de los usuarios del sistema de Google, quienes creen que la fragmentación se refiere solo a que yo no pueda tener ICS en un Motorola del año pasado de manera oficial.
Sistema cerrado
Aquí es donde los seguidores de Stallman y fandroids se arrancan las barbas, o intentan venir a por las mías. Señores: hay que cambiar el chip, mejor dicho, hay que diferenciar chips. Yo también soy desarrollador, y mentiría vilmente si dijera que no he aprovechado software con su código en CodePlex o Github para hacer mis propias aplicaciones, pero lo que hay que tener en cuenta cuando uso un dispositivo móvil no es si su código lo puedo ver (por cierto, Android tampoco se lleva la palma en sistemas móviles abiertos), lo que hay que tener en cuenta es “¿qué me permite hacer y con qué facilidad?”. Cuando uso un Windows Phone o iOS no pienso en “Vaya, no puedo ver cómo funciona esto”, pienso en que funciona maravillosamente, pienso en lo que estoy haciendo con el aparato, ya sea enviar un correo o llamar o cualquier cosa; contrario a lo que pasa cuando uso mi Defy con la ROM oficial, momentos en los que pienso qué bien está pavimentado el suelo de mi calle o qué habrá de comer hoy en casa mientras espero que las aplicaciones abran, pero de la inmadurez de Dalvik y la inefectividad de Java hablaremos otro día (aquí es donde los fandroids dicen que su teléfono va fluido).
Poder montar Android sobre cualquier dispositivo tiene más contras que pros. Sí, está genial que cualquier empresa que disponga de un hardware pueda darle vida con Android, pero eso es lo que está mal de cara a la experiencia del usuario final. Antes remarcaba con negritas que los usuarios del SO verde decían que su teléfono iba bien, el por qué ese remarque está en el posesivo: lo que queremos no es que determinados n-cores vayan bien, lo que queremos es un dispositivo que con menos hardware logre las mejores prestaciones, como ya lo mencionaba Gerardo Torrealba; los usuarios que creen que ahorran comprando un ZTE frente a un Lumia 610 se equivocan: ahorrar es obtener las mejores prestaciones con los mínimos recursos.
Redes sociales
Windows Phone tiene algo único en cuanto a redes sociales: People Hub. En pocas palabras: acceso en un click a todas las actualizaciones de tus redes sociales (Facebook, Twitter, LinkedIn,…) y a actualizar el estado en todas ellas al mismo tiempo. Con una descripción tan corta diréis que es una basura de feature, pero estas son las funcionalidades más jugosas: las que te permiten hacer muchas cosas de la manera más sencilla posible.
Aparte de la integración con las redes sociales, Windows Phone se integra de manera genial con SkyDrive, el gran desconocido -hasta hace poco- de los servicios Live, permitiéndote tener 25 (o 7, si eres nuevo) Gb de almacenamiento en línea para cualquier archivo, hacer presentaciones desde el teléfono o compartir documentos en la nube.
Desarrolladores
Como comentaba anteriormente, Windows Phone es un sistema cerrado. Y Microsoft lo quiere mimar, que sus aplicaciones sean de calidad y ofrezcan utilidad real a sus usuarios, no que cualquiera pague US$25 y se ponga a programar copypasteando de quién sabe dónde. Esto no significa que Microsoft no te ponga las cosas fáciles, todo lo contrario, ofrece más facilidades que Apple o Google para desarrollar en Windows Phone 7:
Si eres estudiante, Microsoft te regala la licencia de desarrollo y publicación en el Marketplace para Windows Phone, pudiendo rentabilizar tu tiempo libre.
La documentación de desarrollo en el MSDN es amplísima y con muy buenos ejemplos, el SDK es gratuito para cualquiera que quiera jugar con el emulador.
Si quiero a Microsoft por algo, es por hacer SDKs y Frameworks maravillosos, en Windows Phone no han defraudado, Visual Studio es genial y el emulador funciona.
Admito que el Marketplace tiene pocas aplicaciones, pero ¿es necesario tener cientos de miles de aplicaciones que no usaré?. Yo prefiero tener las esenciales, en lugar de tener que bucear en un Play lleno de baratijas.
En resumen
Windows Phone es bueno, bonito y barato. Es hacer todas las actividades inherentes a un buen sistema operativo móvil de forma más rápida y sencilla. Es verdad que los de Redmond han llegado tarde al festín que se estaban dando Apple y Google y que después de mantener Windows Mobile con vida mientras había iPhones en los alrededores ya, la mayoría de gente sigue pensando que Windows Phone es Windows Mobile. A pesar de esto, y el rechazo que genera Microsoft entre algunas personas, creo que Windows Phone es un sistema que vale mucho la pena probarlo, corriendo el riesgo de engancharte.