
Esas funciones limitadas podrían referirse al hecho de que el nuevo Google Nexus One podría prescindir de la cámara de 5 megapíxeles, además del procesador Snapdragon y de la amplia pantalla táctil WVGA de 3.7 pulgadas, así como la cantidad de memoria interna con la que cuenta el modelo actual.
Lo que en cierto modo dejaría al terminal desprovisto de sus elementos diferenciadores frente a sus competidores más directos, de lo que se puede entrever una estrategia bien orquestada para la expansión de Android en países donde los usuarios no pueden costearse cierto tipo de dispositivos y de la mano de la propia compañía desarrolladora.
De hecho, en algunos de los mentideros más populares que podemos encontrar en la red ya se habla de la posibilidad de que este nuevo “smartphone” adopte el nombre de Google Nexus One Mini, siguiendo la estela de los HTC HD Mini o Sony Ericsson Xperia X10 Mini.
Algo que no está del todo muy claro es la posibilidad de que, además de los mercado emergentes a los que principalmente va dirigido, el nuevo dispositivo llegue a verse en las estanterías de las tiendas occidentales y si ésto, en definitiva, tendría mucho sentido de ser así.